- Por qué siempre se te ve tan fresca, relajada, en tí misma, como que nada te afecta, como que siempre eres feliz?
- Con el paso del tiempo te vas liberando de situaciones y personas que te generan desarmonía, de dramas y posturas rígidas para alimentar las apariencias ante los demás.
A medida que vas viviendo cada día, así mismo valoras más el hecho de existir, respirar, ver, saborear, palpar, sentir, callar, reír, llorar.
Empiezas a agradarte a ti misma y no a los demás, te arriesgas a dar el paso y finalmente rompes el molde, los esquemas, las reglas y conceptos.
Claro que me he roto, me he quebrado, he llorado, he gritado!.
He sentido el desprecio y la burla de propios y extraños; he sentido a ratos que el mundo es una mierda!
La impotencia me ha llevado a estados de vulnerabilidad y derrota, de «ya no puedo más».
También me he permitido ser libre, ser humana, ser yo. Sin restricciones, sin temor al «qué dirán», sin sentir vergüenza por caerme, acaso no me he de levantar de nuevo?
Decidí hacer de la risa, la música, la poesía y de mis plantas, la mejor terapia; también decidí levantarme fuerte y erguida cada vez que de bruces me voy al suelo.
Quizás la vida nos abofetee, quizás nos ponga de vuelta y media; pero ahora yo te pregunto: te vas a quedar estática sin saber qué hacer, o vas a ponerte a bailar y te vas a echar a reír hasta que te duela la barriga?
Es sólo cuestión de actitud frente a las situaciones adversas o negativas; sólo es cuestión de querer transformarlo y asumirlo como una experiencia más. Sólo es cuestión de permitirte Ser y de aceptar que sólo tu puedes hacer que lo negativo pase rápidamente y lo hermoso dure una eternidad.
